Hoy a las 19Hs. "Entre Moscas y Cucharas", el programa de Pesca Deportiva que se emite por LU5 Radio Neuquén AM 600. ConduceTeo Rodríguez y Rodolfo Vásquez.
Una anécdota
Los que hacen Entre Moscas y Cucharas tienen muchas historias. Algunas transmitidas por amigos pescadores y otras vividas por ellos mismos.
La primera que se le viene a la memoria a Rodolfo Vázquez es la de una tarde en el lago del embalse de Piedra del Águila, hace ya algunos años. Junto a una familia decidieron compartir un día al aire libre y a pura pesca.
Lo anecdótico fue el rol que adquirieron la madre y la hija de la familia con la que compartían la jornada.
La primera fue la encargada de hacer el asado que, encima, salió exquisito; eso fue todo un desafío femenino en un ambiente dominado, generalmente, por los hombres. Si con esa actitud la mujer tiró por el suelo cualquier prejuicio hacia el sexo débil, su hija, hoy adolescente, les dio el tiro de gracia a los hombres que participaban de la tarde al aire libre; con auriculares en los oídos, escuchando y cantando canciones de Bandana, sentada con caña en mano en un sector de la embarcación pescó nada más ni nada menos que 14 truchas en un rato, cifra muy elevada a comparación de lo obtenido por los hombres aquella tarde, e incluso, en otras jornadas de pesca.
Un Consejo
«Pescar no sólo es un deporte, es mucho más. Es compartir con la familia, con amigos; siempre se dijo que la línea es un cable a tierra que nos hace descargar las tensiones acumuladas durante la semana. Son incontables los casos de personas que son derivadas a la pesca por los médicos para lograr una buena relajación. Si el pescador puede hacer un balance del día de pesca, se va a dar cuenta que solamente tuvo presente la línea, la caña, el reel, la cuchara. El resto de los problemas quedaron en casa», repite a menudo Vázquez.
Los que hacen Entre Moscas y Cucharas tienen muchas historias. Algunas transmitidas por amigos pescadores y otras vividas por ellos mismos.
La primera que se le viene a la memoria a Rodolfo Vázquez es la de una tarde en el lago del embalse de Piedra del Águila, hace ya algunos años. Junto a una familia decidieron compartir un día al aire libre y a pura pesca.
Lo anecdótico fue el rol que adquirieron la madre y la hija de la familia con la que compartían la jornada.
La primera fue la encargada de hacer el asado que, encima, salió exquisito; eso fue todo un desafío femenino en un ambiente dominado, generalmente, por los hombres. Si con esa actitud la mujer tiró por el suelo cualquier prejuicio hacia el sexo débil, su hija, hoy adolescente, les dio el tiro de gracia a los hombres que participaban de la tarde al aire libre; con auriculares en los oídos, escuchando y cantando canciones de Bandana, sentada con caña en mano en un sector de la embarcación pescó nada más ni nada menos que 14 truchas en un rato, cifra muy elevada a comparación de lo obtenido por los hombres aquella tarde, e incluso, en otras jornadas de pesca.
Un Consejo
«Pescar no sólo es un deporte, es mucho más. Es compartir con la familia, con amigos; siempre se dijo que la línea es un cable a tierra que nos hace descargar las tensiones acumuladas durante la semana. Son incontables los casos de personas que son derivadas a la pesca por los médicos para lograr una buena relajación. Si el pescador puede hacer un balance del día de pesca, se va a dar cuenta que solamente tuvo presente la línea, la caña, el reel, la cuchara. El resto de los problemas quedaron en casa», repite a menudo Vázquez.