La Corte Suprema dejó firme una condena a prisión perpetua contra el acusado de matar a las dos hermanas en marzo de 2005, en una situación de robo ocurrida en la localidad de Junín de los Andes.
Buenos Aires .- La Corte Suprema de Justicia dejó firme una condena a prisión perpetua contra el acusado de matar a dos hermanas ancianas en marzo de 2005, en una situación de robo ocurrida en la localidad de Junín de los Andes.
Fuentes judiciales informaron que la Corte se expidió sobre la sentencia de Luis Alberto Aboy, condenado por el "homicidio en ocasión de robo calificado" de las hermanas Olga y Teresa Buamscha, el cual tuvo lugar el 21 de marzo de 2005 en la provincia de Neuquén.
Los jueces Ricardo Lorenzetti, Elena Highton de Nolasco, Enrique Petracchi, Juan Carlos Maqueda y Carmen Argibay consideraron "inadmisible" el recurso de apelación intentado por el condenado contra un fallo de segunda instancia.
Es que en diciembre de 2008, la Cámara de Juicio en lo Criminal de la tercera Circunscripción Judicial de Zapala impuso la condena contra Aboy, de 29 años, a prisión perpetua.
Según consta en la causa, el día de los hechos Aboy y un cómplice aún no identificado ingresaron a la vivienda que las hermanas tenían detrás de la panadería que también era de su propiedad, y las mataron con "una saña nunca vista en la ciudad".
En esa circunstancia fue que ingresaron "al dormitorio donde se encontraba descansando Teresa Buamscha, exigiéndole uno de ellos, quien se encontraría cubierto con una capucha, la entrega de dinero, mientras le producía diversos cortes en el cuerpo, entre ellos una herida en la arteria aorta con el arma blanca que portaba, lo que horas más tarde produjera su deceso".
Tras el hecho, se supo que días previos Teresa había llegado a Junín de los Andes procedente de la ciudad chilena de Temuco, en donde vivía, para visitar a su hermana.
"Luego, el atacante se dirigió a la habitación donde se encontraba Olga Buamscha a la que sorprendieran en el pasillo que une su dormitorio con el living de la casa y le propinaran golpes, cortes y puntazos con armas blancas en diferentes partes de su cuerpo, para luego degollarla", según la acusación fiscal.
En la misma causa, había sido sobreseída tiempo atrás la mujer de Aboy, Melisa Raquel Friz, luego de que fuera acusada de confeccionar "una capucha, a sabiendas que el mismo utilizaría para llevar adelante el delito que se le imputa".
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