Los estudiantes no aceptan el esquema de negociación que les había propuesto el presidente, quien pidió "buena voluntad" para superar el conflicto. Ratifican que no habrá gratuidad de enseñanza.
La líder estudiantil Camila Vallejos, junto a otros representantes de los alumnos chilenos.
Santiago (dpa) Los estudiantes chilenos adelantaron ayer su rechazo al esquema de negociación ofrecido por el presidente Sebastián Piñera, para dar término a la huelga que mantienen por tres meses.
"Se nos está invitando a lanzarnos a una piscina que no tiene agua", reclamó la líder universitaria Camila Vallejo, luego de múltiples asambleas en las casas de estudio del país.
El presidente Piñera, con su popularidad en torno a 25 por ciento, fustigó la negativa de los estudiantes, respaldada también por los profesores. "Pido buena voluntad", dijo en un acto en un liceo.
"Si alguien quiere perder su año escolar es su decisión", agregó el mandatario, que encara comicios municipales en 2012 y presidenciales en 2013, ante una oposición con un apoyo del 17 por ciento.
El fracaso de las negociaciones, debido a que los jóvenes dicen que el esquema de negociación del Gobierno no da garantías, coincidió con varias marchas en ciudades como Valparaíso y Concepción, que congregaron a miles de personas.
En la capital, donde no había marchas convocadas, varios cientos intentaron desfilar por las calles santiaguinas, incluida una delegación travesti.
Las protestas, cruzadas hoy por la huelga de hambre que mantienen hace 51 días dos escolares de 17 años en la capital, tienen como fondo las demandas por educación gratuita y de calidad de los jóvenes.
Los líderes estudiantiles, que movilizaron a cientos de miles de personas las últimas semanas en todo el país, están dispuestos a aceptar un piso para destrabar el conflicto.
"Sería positivo que al menos el 60 por ciento de los estudiantes más pobres puedan estudiar becados, que se eleve el financiamiento a las universidades públicas y se acabe con el lucro en la educación", sostuvo el presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Santiago, Camilo Ballesteros.
La decisión sobre el futuro del movimiento es negociada, en paralelo a las protestas, en la sureña ciudad de Talca por los dirigentes de unas 30 universidades chilenas.
El Gobierno, después de cinco propuestas, acepta otorgar becas sólo al 40 por ciento de los estudiantes más pobres y rechaza eliminar el lucro en todo el sistema escolar.
Gratuidad
En tanto, el portavoz oficial del gobierno de Chile, Andrés Chadwick, reafirmó la postura del gobierno de que "no puede haber educación gratuita para todos".
La declaración del ministro Chadwick, en el marco de tres meses de huelga estudiantil que exige la gratuidad en la enseñanza escolar y universitaria, fue realizada en un encuentro con los corresponsales de medios extranjeros.
El portavoz aseguró que el Gobierno se esforzará porque el 40 por ciento de las familias más vulnerables obtengan becas que "impliquen o signifiquen lo más cercano a la gratuidad".
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