Nalbandian y Schwank vencieron con claridad a los españoles Verdasco y López para poder sumar el primer punto en la final. Para consumar la hazaña y hacer historia, Argentina deberá ganar los dos singles que siguen
La empresa es difícil. Pero el sueño argentino de levantar la Copa Davis de una buena vez por todas sigue en pie. Tras las derrotas de ayer –esa tan prevista de Juan Mónaco ante Rafael Nadal y la más dolorosa de Juan Martín del Potro ante David Ferrer-, hoy fue el turno del dobles. No quedaba otra salida que ganar. Y ahí, bajo el techo del estadio de La Cartuja sevillana, la dupla formada por David Nalbandian y Eduardo Schwank salió adelante ante Feliciano López y Fernando Verdasco: le dio en sets corridos el primer punto de la serie final al equipo de Tito Vázquez y permitió que la historia tenga que definirse mañana. La dificultad de lo que se viene, aunque enorme, no anula la esperanza de dar el gran golpe.