Frases que hieren a tu hijo - Piedra OnLine

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martes, 29 de julio de 2014

Frases que hieren a tu hijo

¿SabĆ­as que los gritos y las palabras que hieren aunque no son maltrato fĆ­sico se les considera maltrato sicolĆ³gico? ¡Hay que ponerles un alto!

A todas nos ha pasado, en mayor o menor medida… o en mayor o menor groserĆ­a, lamentablemente.
Llega un momento en que los niƱos nos acaban la paciencia, ya sea mientras les apoyamos con la tarea del colegio cuando ya le has explicado muchas veces la tabla de multiplicar o cuando sigue haciendo mal las sumas, o que tal cuando te esforzaste toda la maƱana en dejar limpia su habitaciĆ³n y cuando llega de la escuela en cinco minutos acaba con todo el trabajo ¡en el que tu tardaste horas! Nos salen los gritos, el coraje, el enojo y con todo ello las frases que los hieren y que los lastiman para siempre, mĆ”s que un golpe.
MamĆ”s amigas que me pidieron no aparecer en esta "lista de la vergĆ¼enza” me confiaron cuales han sido las frases mĆ”s hirientes que le han dicho a sus hijos, no fue fĆ”cil, en realidad todas se arrepintieron de lo dicho al instante, porque tenemos que tener en cuenta que cuando lo decimos queda la marca, como una cicatriz imborrable. Esta es la lista:

"¡Eres estĆŗpido!”
"¿Eres tonto, o quĆ©?”
"Tu hermano lo hace mejor que tu”
"Ya basta”
"¡Deja de hacer eso ahora!”
"Deja de comer asĆ­ que pareces un cerdo”
"¡Que inĆŗtil eres!”
"¡CĆ”llate!”
"¿No tienes cerebro?”
"OjalĆ” no hubieras nacido” (¡esta es la peor!).

Los gritos y las palabras hirientes son maltrato sicolĆ³gico. Si creĆ­as que porque no le pegabas a tu hijo y que "solo le gritabas” has un alto y piĆ©nsalo dos veces. Se que todas llegamos a un momento de frustraciĆ³n donde estallamos al no saber cĆ³mo canalizar el enojo, pero cuando eso suceda demos espacio al pensamiento racional, ¡al que le estamos gritando es a nuestro hijo!, a aquel pequeƱo que hace unos aƱos esperabas con tanto anhelo y que se ha convertido en tu mayor felicidad. 
A que asĆ­ como le gritas a tu pequeƱo no le gritas al vecino, a tu madre o a tu mejor amiga, ¿verdad? El maltrato que les damos a los niƱos la mayorĆ­a de las veces no se le infringe a un adulto, porque en teorĆ­a estamos "educando” pero para todo hay formas.
No somos madres perfectas, pero si te llega el momento en que explotas toma un respiro. Pide disculpas a tu hijo por tus gritos y palabras. No es malo pedir perdĆ³n y menos hacia las personas a las que mĆ”s amamos, Ć©l sabrĆ” que mamĆ” lo ama y su actitud serĆ” otra. Tengamos paciencia, estamos criando mejores seres humanos y aĆŗn son niƱos. Si a los adultos se nos dificulta la vida imagĆ­nate a ellos que apenas comienzan a vivir.
Moldemos la autoestima de nuestro hijo con palabras de amor, cambiemos el "¿Eres tonto, o quĆ©?” por un "¡Eres muy inteligente hijo!”, cuando los niƱos se sienten amados por sus padres en el futuro serĆ”n adultos felices con su persona y a la larga con sus propias familias.