RELATO EN PRIMERA PERSONA DEL INCENDIO EN CHOLILA - Piedra OnLine

InformaciĆ³n del Mundo

lunes, 23 de febrero de 2015

RELATO EN PRIMERA PERSONA DEL INCENDIO EN CHOLILA

MĆ­nimo riesgo, por su ubicaciĆ³n, porque tenemos mucha agua y porque la pista misma es un excelente cortafuegos. Por ello estamos concentrĆ”ndonos todos acĆ” y acumulando algunas cosas que se rescatan.
TambiĆ©n les pedimos disculpas porque nuestra informaciĆ³n es parcial, ya que este universo del incendio es demasiado grande para abarcarlo todo, pero contamos lo que vemos y hasta donde vemos desde una realidad sin distorsiones.
En este momento estamos con bastante incertidumbre, ya que el humo no nos deja ver demasiado. A eso de las 17 hs. se levantĆ³ bastante viento y se avivaron los focos. Un gran susto de la familia Gordon con quien estĆ”bamos justamente compartiendo estrategias de defensa en su casa. El fuego bajĆ³ directo y fueron obligados a evacuar. MĆ”s tarde noticias tranquilizadoras nos indicaron que cambiĆ³ de direcciĆ³n y se alejĆ³.
El barrio San esteban parece seguir resistiendo. De hecho, tener internet es una buena seƱal, ya que la antena estƔ amenazada por el fuego. Sin embargo los fuertes vientos llevaron a un repliegue generalizado de todos los que estaban trabajando y protegiendo las casas para evitar quedar atrapados entre matorrales encendidos.
A Ćŗltima hora de la tarde aparecieron los aviones, en un despliegue de intensa actividad y habilidad. Un espectĆ”culo hermoso dentro de este horrible contexto. Entre el reflejo del fuego y el sol en las nubes de humo convectivas, parecĆ­an pequeƱas libĆ©lulas enfrentando un dragĆ³n.
Durante buena parte del dĆ­a trabajĆ³ un helicĆ³ptero con un helibalde, parecĆ­a un Bell 407 y segĆŗn nos decĆ­an fue facilitado por el gobierno de la provincia del NeuquĆ©n. Evidentemente el piloto es un gran profesional, y entrenado en estas lides, ya que con gran eficiencia y rapidez cargaba el balde, lo abrĆ­a sobre el fuego y volvĆ­a a cargar.
Hoy tuve la oportunidad de hablar con Walter Parada, quien ayer lideraba abriendo un cortafuegos cuando el incendio saltĆ³ la barrera a sus espaldas. Ante la desesperante situaciĆ³n se lanzĆ³ ladera abajo con su topadora hasta un lugar donde ya no pudo seguir. Haciendo gala de una enorme sangre frĆ­a, dedicĆ³ un tiempo para despejar un Ć”rea de vegetaciĆ³n y dejĆ³ la topadora en el medio antes de abandonarla. Alejo Leal, hombre de a caballo, y uno de los baqueanos mas conocedores de la zona, incĆ³modo en un cuatriclo, intentĆ³ rescatarlo dando un rodeo por un camino vecinal pero el fuego no lo dejĆ³ llegar. Finalmente Walter saliĆ³ por sus propios medios. Hoy fueron a rescatar la topadora, rodeada de cenizas, chamuscada pero intacta.