Chequeras terroristas, emergencias industriales y el fin de la luna de miel - Piedra OnLine

InformaciĆ³n del Mundo

viernes, 26 de febrero de 2016

Chequeras terroristas, emergencias industriales y el fin de la luna de miel

Por Alejandro Bercovich



Cautelosos durante los primeros 75 dĆ­as del gobierno, mientras dejaban desgastarse al resistiendoconaguantismo nostĆ”lgico que consideran funcional a Mauricio Macri, los gremios mĆ”s poderosos se aprestan a salir a marcarle la cancha a un plan econĆ³mico que empieza a golpear duramente a la industria. El almuerzo de ayer en la CGT Azopardo, donde Hugo Moyano escenificĆ³ su rechazo a la reforma de Ganancias que inicialmente habĆ­a apoyado, tambiĆ©n sirviĆ³ para que los sindicatos fabriles advirtieran al resto sobre las miles de suspensiones que pueden convertirse en despidos en cuestiĆ³n de horas. Con la inflaciĆ³n lejos de amesetarse y sin mĆ”s anclas a la vista que la salarial, la ronda de paritarias que comienza la semana prĆ³xima se asoma mĆ”s conflictiva que nunca.
SubterrĆ”neamente, ademĆ”s, empresarios pyme de distintos rubros empezaron a presionar a las cĆ”maras que los representan para que hagan pĆŗblica la crisis en que los sumiĆ³ el tarifazo energĆ©tico, cuyos efectos secundarios nadie se ocupĆ³ de calcular.

La intendenta de La Matanza, VerĆ³nica Magario, le pasĆ³ el aviso a la gobernadora MarĆ­a Eugenia Vidal en la reuniĆ³n que compartieron dĆ­as atrĆ”s. Su distrito, el mĆ”s populoso del Conurbano, no solo se convirtiĆ³ este verano en la reserva ecolĆ³gica donde se refugiaron kirchneristas degradados como Roberto Feletti y DĆ©bora Giorgi, sino tambiĆ©n en uno de los polos industriales mĆ”s castigados por la recesiĆ³n y en un potencial polvorĆ­n social. Los miles de pequeƱos talleres de calzado e indumentaria radicados allĆ­, segĆŗn un relevamiento que hicieron sus propios dueƱos, vieron caer un 40% sus ventas por el efecto combinado de la caĆ­da del consumo y de la anunciada apertura de las importaciones, que animĆ³ a grandes cadenas como Zara y Walmart a suspender encargos que les habĆ­an hecho previamente.


Los primeros en recibir el golpe fueron los obreros que las pymes mantienen en negro, como variable de ajuste de sus planteles para Ć©pocas de vacas flacas. Pero en el mediano plazo, y si las grandes cadenas comerciales siguen recortando sus pedidos, lo Ćŗnico que sobrevivirĆ” de los sectores mĆ”s intensivos en mano de obra son los talleres clandestinos y el circuito informal que desemboca en La Salada y en los cientos de saladitas desperdigadas por el paĆ­s.

La CĆ”mara de la Industria del Calzado (CIC) todavĆ­a no hizo pĆŗblica la situaciĆ³n porque teme que el Ministerio de la ProducciĆ³n deje caer la medida antidumping contra China que establece que si se importan pares de zapatos o zapatillas por menos de u$s 13,38, su comprador pague impuestos y aranceles sobre ese valor. La barrera, que intentan derribar las grandes marcas con proveedores en Asia y las grandes superficies comerciales, fue extendida en diciembre mediante una simple resoluciĆ³n. AƱos atrĆ”s, la propia Giorgi habĆ­a amenazado con derogarla porque la cuestionaba la OrganizaciĆ³n Mundial de Comercio (OMC). Pero ahora que el paĆ­s se abocĆ³ a hacer buena letra ante los organismos multilaterales para acceder al financiamiento externo que Alfonso Prat-Gay precisa como el agua y por el que apurĆ³ el acuerdo con los fondos buitre, esa protecciĆ³n se ve aĆŗn mĆ”s amenazada.

De corceles y de aceros

Con esas alarmas como mĆŗsica de fondo e indicadores complicados como la caĆ­da de los despachos de cemento, acero y automĆ³viles, un grupo de empresarios impulsa un reclamo para declarar una “emergencia industrial”, al estilo de la agropecuaria, que incluya un alivio fiscal similar al que obtuvo la megaminerĆ­a metalĆ­fera con la eliminaciĆ³n de sus retenciones a la exportaciĆ³n. Con reservas y pese al apoyo explĆ­cito que varios de sus caciques brindaron al nuevo gobierno, la UIA picĆ³ en punta al advertir sobre otra espada de Damocles que pende sobre 6.000 fĆ”bricas medianas que emplean entre 80 y 100 operarios cada una: el brusco salto de sus costos derivado del tarifazo energĆ©tico.

Antonio CalĆ³ se sorprendiĆ³ cuando, al llegar a Rosario dĆ­as atrĆ”s, los dueƱos de tres metalĆŗrgicas de ese porte lo recibieron con sus Ćŗltimas facturas de electricidad en mano. Lo que antes pagaban entre 100 y 130 mil pesos, ahora les cuesta 500 mil. Una suba porcentual algo mayor que la que sintieron gigantes como Aluar o Techint, que ya habĆ­an visto recortados sus subsidios, pero que ahora por primera vez elevĆ³ sus costos energĆ©ticos por encima de los de sus competidores brasileƱos.

Ya no se trata de conflictos entelĆ©quicos ni de especulaciones sobre potenciales medidas. Acindar acaba de dar de baja un turno de producciĆ³n y mandĆ³ a sus casas por 12 dĆ­as a sus 2.800 operarios. Ternium-Siderar, del grupo Techint, tambiĆ©n pactĆ³ suspensiones con la UOM y apagĆ³ uno de sus altos hornos. Y en Tenaris-Siderca, la planta de tubos sin costura de la familia Rocca, los 5.000 obreros van rotando en grupos de 800 para ser suspendidos cobrando el 80% de sus jornales.

La “T”, ademĆ”s, amenaza con una vendetta contra el otro holding de origen italiano que acaba de ganarle la licitaciĆ³n para construir los gasoductos troncales de CĆ³rdoba: el de Angelo Calcaterra, el primo del Presidente. La contratista se impuso en la compulsa mediterrĆ”nea asociado a los mismos capitales chinos que proyectaron la represa santacruceƱa Kirchner-Cepernic con ElectroingenierĆ­a. Ahora los chinos procuran importar desde su paĆ­s los tubos para el ducto. Si lo hacen, le avisĆ³ Luis Betnaza a la UOM, Tenaris podrĆ­a seguir los pasos de Acindar y paralizar su producciĆ³n por 60 Ć³ 90 dĆ­as.

El Veraz de ISIS

En tĆ©rminos mĆ”s macro, el problema es la ausencia de anclas: no hay ancla tarifaria (nadie pensĆ³ en los aumentos de “segunda ronda” que sobrevendrĆ­an al tarifazo), no hay ancla cambiaria (Prat-Gay querĆ­a congelar el dĆ³lar en $13 pero Federico Sturzenegger estĆ” dispuesto a llevar a sus Ćŗltimas consecuencias el dogma de la independencia del Central) y tampoco hay ancla fiscal (aunque se la reclamen a Hacienda cada vez mĆ”s airadamente los halcones como Carlos Melconian). La Ćŗnica que queda son las paritarias, como admitiĆ³ el secretario de Comercio, Mike Braun, cuando un empresario le preguntĆ³ esta semana quiĆ©n frenarĆ­a la inflaciĆ³n.

Sturzenegger y su equipo, que el jefe de la AsociaciĆ³n de Bancos definiĆ³ como “el Barcelona de los economistas” apenas 60 dĆ­as antes de que el sector volviera a anotar un mes rĆ©cord de ganancias, dejaron subir el tipo de cambio de $13,10 a $15,60 entre enero y lo que va de febrero. Mientras los industriales y comerciantes que desfilan por el despacho de Pancho Cabrera lo culpan por las consecuentes subas de costos, el jefe del Banco Central enfrenta una dura embestida del gremio bancario, que instalĆ³ una carpa en la puerta de Reconquista 266 contra los despidos en el ente y que tapizĆ³ la City con afiches que recuerdan su condiciĆ³n de procesado por el Megacanje y exhiben a la vez unos enigmĆ”ticos zapatos de taco aguja junto a dos globos amarillos. ¿Acaso un mensaje cifrado sobre su esposa, reciĆ©n designada como presidenta del Fondo Nacional de las Artes?

Prat-Gay apuesta a que tras el arreglo con los fondos buitre, que se anunciarĆ” en las prĆ³ximas horas, Wall Street cumpla en aportar el financiamiento necesario para suavizar el ajuste por la vĆ­a del endeudamiento y asĆ­ resucitar la economĆ­a en el segundo semestre. Para el acuerdo, ademĆ”s de la generosa oferta que hizo a los acreedores, contĆ³ con la ayuda del Tesoro estadounidense, que empujĆ³ a los fondos mejor reputados a aceptarla. Pero la relaciĆ³n con Washington, mucho mĆ”s fluida desde el 10 de diciembre, enfrenta un obstĆ”culo desde hace un mes: el desguace de la Unidad de InformaciĆ³n Financiera (UIF), que este lunes dejĆ³ a 50 de sus tĆ©cnicos en la calle y que quedĆ³ virtualmente paralizada el 26 de enero, tras el desplazamiento de todos sus vocales.

El nuevo jefe de la UIF, Mariano Federici, todavĆ­a no logrĆ³ integrar el Consejo Asesor que debe intervenir en cada decisiĆ³n del organismo antilavado. Si antes de la visita de Barack Obama al paĆ­s se detectara una amenaza terrorista, por ejemplo, Federici tendrĆ­a las manos atadas para emitir un Reporte de FinanciaciĆ³n de Terrorismo (RFT) y asĆ­ congelar los activos de los sospechosos. Es solo uno de los retrocesos que podrĆ­an empujar al Grupo de AcciĆ³n Financiera Internacional (GAFI) a devolver a la Argentina a la “lista gris” de los paĆ­ses menos preparados para combatir el lavado. Los otros son el desmantelamiento de las oficinas de control del Central y la ComisiĆ³n Nacional de Valores (CNV), que segĆŗn las recomendaciones del GAFI deben actuar coordinadamente.

Lo que sĆ­ hizo a tiempo Federici fue desistir del recurso de apelaciĆ³n que habĆ­a interpuesto la UIF tras el sobreseimiento de JosĆ© Luis Monti, ex integrante de la Sala C de la CĆ”mara Nacional de Apelaciones en lo Comercial, quien entre entre 2002 y 2006 mantuvo junto a su familia un millĆ³n y medio de dĆ³lares en una cuenta en Suiza del ING Bank. El juez, quien durante su magistratura fallĆ³ varias veces a favor de sociedades offshore y quiĆ©n laudĆ³ a favor del grupo ClarĆ­n en la causa Papel Prensa, quedĆ³ definitivamente libre de culpa y cargo.