Cristina y Lula: vueltas de alto voltaje - Piedra OnLine

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jueves, 28 de abril de 2016

Cristina y Lula: vueltas de alto voltaje

Por  Juan Manuel Karg

Son los dos ex presidentes mejor valorados de Argentina y Brasil, algo que quedĆ³ demostrado, mĆ”s allĆ” de las encuestas, en las recientes movilizaciones que convocaron en las Ćŗltimas semanas. Tienen una base electoral y social nada despreciable tras su salida de la Rosada y Planalto. 

Y comparten algo mĆ”s: sufren a esta hora el embate de un sector del poder judicial de ambos paĆ­ses, en momentos de creciente conflictividad social y polĆ­tica en todo el continente. ¿QuĆ© rol cumplen CFK y Lula da Silva en el actual contexto regional? ¿Por quĆ© sus recientes retornos inquietan a algunos sectores?

BonadĆ­o lo hizo: Cristina volviĆ³ a la polĆ­tica grande de Argentina el pasado 13 de abril, cuando hablĆ³ ante una multitud que la esperaba en Comodoro Py. AllĆ­ formulĆ³ su idea de "frente ciudadano": un paraguas que defienda los derechos sociales y polĆ­ticos adquiridos en los Ćŗltimos aƱos, frente al avance del gobierno de Macri en esas Ć”reas. Luego realizĆ³ la misma convocatoria frente a representantes sindicales, de organizaciones sociales y polĆ­ticas, artistas, cientĆ­ficos e intelectuales. La propuesta deviene de una lectura concreta de la realidad. El desgaste repentino del gobierno de Macri a raĆ­z de las medidas ortodoxas en materia econĆ³mica, desaconsejadas por Jaime DurĆ”n Barba, intenta ser recuperado a travĆ©s de una feroz embestida contra el kirchnerismo, algo que tambiĆ©n habĆ­a pedido descartar el gurĆŗ ecuatoriano. Con su shock econĆ³mico Macri ha logrado la rĆ”pida unidad de las cinco centrales sindicales (las tres CGT y las dos CTA) frente al gobierno en curso, apenas 120 dĆ­as despuĆ©s de su arribo, lo que refuerza la hipĆ³tesis de CFK de unidades sectoriales para la nueva etapa. A contrapelo de lo que formulan ahora los apologistas del relato MM, el problema del gobierno PRO no es su comunicaciĆ³n, sino su polĆ­tica. La "nueva derecha" argentina, tan preocupada por sus formas en la previa al poder, despilfarrĆ³ velozmente su crĆ©dito inicial, mostrĆ”ndose mĆ”s derecha que nueva en pocos meses.

En el caso de Lula, la situaciĆ³n es mĆ”s compleja porque se cruza con el intento de "golpe institucional" que a esta hora tiene lugar en Brasil contra Dilma Rousseff, aĆŗn en el gobierno tras las elecciones de 2014, donde 54 millones de brasileros y brasileras apoyaron por cuarta vez consecutiva al PT. Sin embargo se puede hablar de un retorno del ex metalĆŗrgico por dos factores. En primer lugar, Lula es el Ćŗnico gran articulador posible de un conjunto de organizaciones sociales y polĆ­ticas -incluso de las que criticaron la polĆ­tica econĆ³mica de Dilma durante 2015, cuando Levy llevĆ³ adelante un ajuste fiscal de dimensiones-. En segundo lugar, Lula encabeza las encuestas rumbo a las prĆ³ximas elecciones presidenciales, ya sea que las mismas se desarrollen en 2018 o previamente -escenario que no hay que descartar si el impeachment avanza, tal como Dilma manifestĆ³ en Nueva York-. Pero Lula cuenta con un plus adicional: fue el presidente que sacĆ³ a 28 millones de brasileros de la pobreza, experiencia de memoria corta significativa frente a los "sacrificios" que Michel Temer ya promete en un audio viral que sacude a Brasil.

Frente a CFK y Lula, aparecen polĆ­ticos que estĆ”n en las antĆ­podas de su capacidad de movilizaciĆ³n: mientras Macri rehĆŗye a los actos pĆŗblicos por temor a escraches y desciende paulatinamente en encuestas, el propio Temer es visto como una soluciĆ³n para apenas un 8% de los brasileros, segĆŗn un reciente sondeo de Ibope. "Viviremos momentos de mucho combate democrĆ”tico. No es posible aceptar que un canal de TV o un diario gobierne el paĆ­s" advirtiĆ³ Lula en la reuniĆ³n de la Alianza Progresista, luego de recordar su papel durante los 21 aƱos de lucha contra la dictadura brasilera. El petista pone el dedo en la llaga sobre un verdadero drama: la desmonopolizaciĆ³n mediĆ”tica no efectivizada y los desequilibrios democrĆ”ticos que esto aĆŗn sigue generando. La prueba mĆ”s concreta de esto la da el propio Brasil: mientras Globo, Folha y Estadao insisten en que se trata de un juicio polĆ­tico tradicional, la prensa internacional advierte que no hay elementos para apartar a Rousseff.

La idea de "frente ciudadano" de CFK y el conglomerado anti-impeachment en Brasil, -denominado Frente Brasil Popular y compuesto por el PT, la CUT, el MST y otros actores- remite a un nuevo momento de disputa regional contra los actores del "poder real". Ambos espacios, movimentistas, partirĆ­an de una idea central: no perder lo avanzado durante los gobiernos posneoliberales, ser diques de contenciĆ³n frente a la restauraciĆ³n conservadora en curso. Su efectividad se medirĆ” a corto plazo: en la capacidad de confrontar el golpe institucional en Brasil y en la posibilidad de articular las demandas sectoriales en las elecciones intermedias de 2017 en Argentina, con vistas a un hipotĆ©tico retorno en 2019. Pero los dos frentes cuentan con un plus invalorable: los liderazgos, sobrevivientes al embate de medios concentrados, sectores del poder judicial y grandes empresarios. Hay una certeza: estĆ”n de vuelta. Y si bien se trata de ver si a futuro alcanza, para el actual momento no es poco.