"Con el nuevo sistema se rompieron las relaciones colaborativas. Si falta alguien, depende de la voluntad de otro compañero hacer o no el favor de ir a limpiar". De esta manera explicó la directora de la Escuela 56 cuáles son las dificultades con las que se enfrenta a diario y las que provocan que todas las semanas dos o tres cursos no pueden tener clases.
La situación es compleja, pero es absolutamente legal. Es que hace un par de años se cambió el convenio colectivo de trabajo de los auxiliares de servicio y de esta manera está mucho más estructurado su trabajo porque si falta alguien, depende de la voluntad de otro compañero hacer o no el favor de ir a limpiar", insistió Mirna Kees.
La docente valoró al personal que trabaja en el establecimiento de la calle Libertad: "El personal está completo en el turno mañana y tarde, es un buen personal disponible". Los padres aseguran que los porteros faltan y entonces "dos o tres cursos no pueden tener clases".
Según Javier, padre de uno de los alumnos, varios de los niños son del sector de Las Perlas (Río Negro) y cuando llegan al establecimiento educativo, se encuentran con la novedad de no poder estudiar.
Además, comentó que hace tiempo vienen pidiendo una solución. Ahora, la situación se empeora por las bajas temperaturas: "Muchos de ellos pasan frío esperando el colectivo y cuándo llegan no tienen clases. Es una vergüenza. Un día le toca a segundo grado, otro día a cuarto y tercero”, lamentó.
