Se orquesta un escenario mediático y judicial con el objetivo de disminuir la resistencia a las actuales políticas de ajuste y transferencia de recursos hacia las grandes empresas nacionales y extranjeras. Estamos seguros que dirigentes como el “Caballo” Suarez, “Pata” Medina o Balcedo deben ser corruptos, pero sus casos no pueden ser usados para perjudicar a los miles de sindicalistas honestos que actúan en nuestro país.
No debemos confundir el necesario debate sobre modelos sindicales, democracia y transparencia que debemos darnos, con una clara estrategia de debilitar a las organizaciones del campo popular. Este ataque es muy fuerte. Hay que enfrentarlo con concientización en los sectores de trabajo y mucha unidad.
El gobierno nacional que encabeza Mauricio Macri, con la ayuda de jueces adictos al poder político de turno y algunos medios de comunicación, está usando casos puntuales para generar un desprestigio generalizado sobre las entidades sindicales con actuación en el país y, de esa manera, poder disminuir la resistencia a las políticas de achique, ajuste y transferencia de recursos económicos a las grandes empresas nacionales y extranjeras que operan en la Argentina.
No hay dudas acerca que las investigaciones por corrupción, lavado de activos y asociación ilícita sobre dirigentes gremiales como Omar “Caballo” Suárez (SOMU), Juan Pablo “Pata” Medina (UOCRA La Plata) y Marcelo Balcedo (SOEME) deben continuar, ya que las mismas arrojarán resultados positivos y seguramente condenas, pero no pueden ser utilizadas para intentar construir una imagen negativa que afecte a los miles y miles de sindicalistas honestos que cumplen mandatos en distintas organizaciones gremiales de primer, segundo y tercer grado.
Al mismo tiempo, las sospechas absolutamente injuriosas y calumniantes sobre el Partido Obrero (PO) también forman parte de esa estrategia, al igual que los recientes y aún infundados señalamientos sobre Víctor Santa María (SUTERH). Ambos casos se dan bajo la finalidad de afectar a todas las organizaciones del campo popular.
El ataque de los poderes políticos y económicos hacia los gremios, movimientos sociales, partidos progresistas y populares es de real magnitud en este momento y que al mismo hay que responder con unidad y alta concientización en todos los sectores de trabajo estatales y privados.
Rodolfo Aguiar.
Secretario general de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE) y la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) Autónoma de Río Negro.
