Murió un nene de ocho años por la "ameba come cerebros": es el primer caso que se registra - Piedra OnLine

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miércoles, 21 de febrero de 2018

Murió un nene de ocho años por la "ameba come cerebros": es el primer caso que se registra



La víctima, oriunda de General Alvear, falleció en tan sólo 48 horas. Qué es y cómo prevenir la infección.

Una extraña e inusual infección registró su primer caso en Argentina. Se trata de un parásito denominado popularmente como "ameba come-cerebros" que le provocó la muerte a un nene de ocho años de General Alvear en tan sólo 48 horas.

El extraño caso de la ameba come cerebros.

La infección hasta ahora no había sido registrada en la Argentina, sin embargo un informe médico presentado en Bahía Blanca ante la Sociedad Internacional de Enfermedades Infecciones (ISID) alerta sobre su presencia en territorio nacional.

El caso del niño se convirtió en el primer caso documentado de meningoencefalitis amebianaprimaria (MAP), una infección por un tipo de ameba muy agresiva que literalmente se come en pocos días el tejido cerebral.


José Pedernera tenía ocho años. Murió en 48 horas tras contraer la infección.

La Sociedad Internacional de Enfermedades Infecciosas (ISID) advirtió: "Es el primer caso de MAP, documentado, producido por Naegleria fowleri en Argentina. Se trata de un caso autóctono, ya que el niño habría adquirido la infección en aguas de una laguna del sector contaminada".

El caso del nene, identificado como José Pedernera, tuvo lugar en febrero del año pasado. Primero había sido diagnosticado con un cuadro de meningitis; pero luego, tras su derivación al Hospital Militar de Buenos Aires, confirmaron que se trataba de la "ameba come cerebros".
Radiografía de la ameba come cerebros.

Se trata de la Naegleria fowleri, conocida también como “la ameba come-cerebros”, un parásito que se encuentra en ríos y lagunas de agua templada, generalmente en ambientes tropicales.

A pesar de que las infecciones con ella son poco frecuentes, puede introducirse en el organismo a través de las fosas nasales cuando una persona se zambulle o se sumerge en aguas contaminadas, que es precisamente lo que se supone que ocurrió con el niño fallecido en Junín.

Lo cierto es que hasta su muerte no se había documentado ningún aislamiento de este organismo en personas ni en el medio ambiente en nuestro país.