Un guardia encontró 230 mil pesos y los devolvió - Piedra OnLine

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jueves, 24 de mayo de 2018

Un guardia encontró 230 mil pesos y los devolvió

¡Qué gesto! Emilio, guardia de seguridad de la Municipalidad de Plottier, le devolvió 230 mil pesos a Daniel, un zapalino que llegó para comprar un auto y en un descuido olvidó la bolsa con la plata en la calle. Emilio Deandreiz trabaja en el municipio desde hace unos meses y aunque su salario no le permite grandes lujos, no dudó ni un segundo en devolver la bolsa que divisó cuando salió a la vereda a fumar un cigarrillo.

"Imaginate que yo perdí la tarjeta de débito y me puse loco. Cómo habrá estado esta persona que había perdido 230 mil pesos", reflexionó el guardia durante una charla con este diario sobre la historia que lo tuvo como protagonista excluyente en el inicio de esta semana.

"¿Estará enfermo? ¿Será la plata de su jubilación?, ¿o de algún seguro de vida de un familiar?, ¿los ahorros de su vida?", son algunas de la múltiples preguntas que le dieron vueltas por la cabeza –dijo- en el intervalo entre el hallazgo de la bolsa y el encuentro con el dueño de los billetes.

El episodio ocurrió frente a la Municipalidad de Plottier en el turno de trabajo de Emilio. Daniel cargó una serie de cosas en su auto y se olvidó, tal vez, la más importante que tenía: la bolsa en la que guardaba los billetes. Su sobrino Gabriel le contó a LM Neuquénalgunos detalles conocidos por boca del dueño de los billetes recuperados. Daniel se percató del olvido rápidamente, pero cuando regresó al lugar de los hechos no encontró la bolsa de las verduras por ningún lado. Y le entró la desesperación por la plata hasta que apareció Emilio para devolverle el alma al cuerpo.

Gabriel relató que su tío le preguntó al guardia por la bolsa perdida, mencionando sólo las verduras entre el contenido. "¿Aparte de verduras, tiene algo más? La bolsa la tengo yo", preguntó Emilio, según el testimonio obtenido por este diario. Daniel respiró aliviado antes de caminar hasta la garita de seguridad del municipio, donde se reencontraría con la bolsa cargada con verduras y plata. Emilio le pidió que contara los billetes antes de despedirlo con un apretón de manos.

Además, recordó la historia desde su impresión personal: "Después de ver que la bolsa tenía plata, me di cuenta de que en el lugar donde la encontré se estacionó un auto y se bajó un hombre. Miraba para todos lados y se agarraba la cabeza con las dos manos".

Agregó que en ese momento cruzó la calle y le contó que la bolsa estaba en su poder.

Una vez definida la devolución de los billetes y las verduras, sin dejarse nada para sí, Emilio retomó la actividad habitual de su rol en el edificio comunal hasta que sonó su teléfono. Era su compañera de la vida, la madre de su hija de tres años, que quería contarle cómo iba el día de la pequeña. Emilio aprovechó el contacto para adelantarle la historia que desarrollaría una vez en casa: "Cuando le conté lo que pasó me dijo que sabía que estaba con una persona que tenía buen corazón", reconstruyó parte de la charla. Y a modo de final de lo que tenía para decir en la entrevista, esbozó: "Yo apoyo la cabeza y duermo tranquilo. Soy feliz con bien poquito".